Si pudiera juntar la brisa de la nostalgia y bailar
En el silencio cómplice del tiempo
Si mis oídos atraparan el bostezo de las nubes somnolientas
Y mis manos aprisionaran los esquivos rayos de luz
Si escuchara los latidos del corazón de la montaña
Y percibiera el temblor de la rosa ante su verdugo
Si lograra murmurar mis tristezas a los vientos
Y construir un camino sin huellas
Si pudiera templar mi intuición exagerada
Y sonreír cada vez que desciendo a los abismos del inconsciente
Si pudiera convencer al enemigo de la oportunidad de crecer que me ofrece
Y convencerme de que legiones aliadas se acercan para salvar la esencia
Si pudiera persuadir a mis sueños dorados del sabor de su ingenuidad
Si consiguiera acariciar cada día que vivo
Actuar sin pensar en el riesgo
Contar las vibraciones de la felicidad
Presentir la cumbre del milenio
Descubrir el motivo de mi viaje y
Trascender los límites del cielo…
Entonces, recién entonces, habría vencido mi insatisfacción
5 comentarios:
Gloria: felicitaciones por esta poesía tan bella!!! Besos.
Gracias Rolando. Me alegra muchísimo saber que te gustó.
Cariños
Gloria
Si la insatisfacción logró crear este poema tan bonito... qué podrá nacer entonces de la felicidad!
Un abrazo. Ana
Ana: Quizás la felicidad sólo se vivencie y no se pueda profundizar en ella.
Gracias mil. Cariños
a. muy bonita
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