sábado, 19 de febrero de 2011

Capricho de la tristeza

Una brisa trastornada reúne versos bajo la lluvia.


Persigo el garabato de la lluvia
Descalzo pisando mi destino
Hoy la tristeza es rubia
Y se desboca sobre mi camino.

Esa tristeza atrapada por la luna
Es miel amarga en mi anciana boca
Se pega a mí cual espina de tuna
Y está enraizada allí, nadie la toca.

¿Será mi legado?
¿Será un ave loca?
¿Tendrá un mensaje?
¿O bigotes de foca?
¿Será un ángel desgarbado?
¿O tan solo eso, una tristeza rubia loca?

jueves, 10 de febrero de 2011

Aprendiendo a ver

Una brisa nueva refresca mis ojos.



Veo un aromo y creo percibir su plática perfumada.
Veo letras y sospecho que tejen mensajes de amor.
Veo una flor y recobro la primavera aún en invierno.
Veo una antena  y pienso en  la unidad.
Veo el cielo y espío mi ser infinito.
Veo una cascada  y descubro una fresca y rumorosa plegaria.
Veo la roca montañosa  y creo observar la morada del silencio.
Veo el hechizo del universo: lo innegable y lo supuesto.
Veo que mi corazón goza.
Veo en la vida el rostro de Dios.

martes, 1 de febrero de 2011

Viaje a mis raíces

La brisa de hoy transparenta el ayer.



El pasado se esconde detrás de las imágenes que atesora mi retina. En ellas se abrochan recuerdos de la infancia, la adolescencia, la juventud… Y cuando el espejo natural me ofrece otra vez la imagen, quizás remozada, quizás marchita, por un momento  el hilo invisible que se anuda a mis raíces, recibe  el vigor ancestral y emerge la esencia que integra mi ser.

Viajé al ayer, recuperé el hoy y fortalecí lo que soy gracias a todo ese bagaje familiar.