sábado, 31 de octubre de 2009

Milagro del tiempo

Inestabilidad, privilegio de la crisis.
¿Tiempo de cambio?
Tiempo que transcurre lento
Tiempo que ahoga
Tiempo que estabiliza emociones
Tiempo que  calma
Tiempo que libera situaciones
Tiempo sin culpas
Tiempo: sabio doctor de males
Tiempo de paciencia, aceptación y espera
Tempestad y luego calma
Y el milagro surge
Las alas crecen  y...
Los sueños... Los sueños
Regresan…

viernes, 30 de octubre de 2009

Sería


Sería tan fácil
Quebrar los espejos
Trocar las imágenes
Cambiar el futuro.
Sería tan triste
Subirse al silencio
Robarse los miedos
Caer de los muros.
Sería tan bello
Treparse a las nubes
Amar lo infinito
Dorar mis cabellos.
Sería tan bueno
Sembrar  la abundancia
Cosechar virtudes
Creer en el cielo.

sábado, 24 de octubre de 2009

Te abrazo, me abrazo


Silvia camina por el sendero hacia la puerta de su casa. El sol acaricia su espalda con la fuerza de un amante  posesivo y sensual.
Al intentar entrar, Silvia ve que ella se yergue delante y le habla:
-         Espera ¿me reconoces?
Silvia sin poder articular palabra, asiente.
-         ¿Alguna vez me dirigiste la palabra?
-         No
-         ¿Te fijaste en mí?
-         A veces
-         ¿Sabes que sin ti no existo?
Silvia deja caer los brazos impotente.
Ella erguida contra el portal, la increpa:
-         ¿Por qué finges ignorarme si te persigo por todos lados? Discreta y diligente  sigo tus pasos, conozco tus más íntimos secretos y como una broma del destino, me agobio si sientes pesadumbre, giro y danzo cuando estás de buen ánimo y hasta me enojo y gesticulo enojada cuando te invaden las contradicciones.
En Silvia mora el asombro. Sus ojos amenazan con abandonar las órbitas y las pestañas aún más arqueadas por el esfuerzo, se niegan a parpadear.
Ella continúa:
-         ¿Recuerdas cuando decidiste escalar el Aconcagua? El sol de frente, la cumbre inalcanzable, gotas gordas y  saladas surcaban tus sienes, tú con sabor a fracaso y yo, con amor, a ras de las rocas, allí, acompañando el proceso.
-         ¿Y cuando cruzabas la Avenida del Imperio, en Roma, casi sin mirar? era  un mediodía muy luminoso, yo caminaba a tu lado y saltamos juntas hacia atrás, cuando un autobús por poco nos arrolla.
-         Puedo  decirte más a favor de mi amor por  ti, pues cuando Omar, esa pareja que aún roba tu sueño, se fue sin despedirse, yo encogida a tus pies sollozaba tu pena. Hemos pasado por mil aventuras, por infinitas emociones y sin embargo en ti sobra el desvalor.  Mi estrella es muy pálida y triste, no mereces mi devoción. He decidido dejarte, vagar sola por pueblos o ciudades pidiendo amparo o mendigando compañía. Me voy.
Silvia al fin puede parpadear y como si retornara de un extraño sortilegio, apenas grita:
-         No, no puedes irte, si tú lo haces, yo me desintegraría en el aire, ya no existiría, Es mas, dejaría de ser yo.
Y diciendo esto, Silvia alarga sus manos para tomar las de ella que a su vez extiende las suyas. Silvia, con un ramo cristalino de gemas húmedas en cada pupila, se acerca aún más y abraza su sombra (que es como abrazar su integridad) mientras el sol sigue lujurioso, acariciando su espalda. 

martes, 20 de octubre de 2009

Cambio


Encuentra un espacio para lo imposible
Cuando la ausencia sea un vértigo sin retorno
Cuando pierdas la llave del presente
Cuando el amor se deslice por un hueco profundo
Cuando el viento disperse tus placeres más íntimos
Cuando te secuestren el brillo de los ojos
Cuando te atrape la angustia y la impotencia
Encuentra un espacio para que descienda el cielo
Improvisa un ritual sagrado
Cruza el umbral de lo invisible
Separa la oscuridad de la luz
Descubre una gema que hiera tu vista
Tómala y libera tus sombras funestas
Y recupera tu preciada alegría.

jueves, 15 de octubre de 2009

Aurora

Dama elegante de rubios cabellos
Página en blanco de cada día
Caminas las horas, deshojas la vida
Y ofreces tus dones a quien los reciba.

Intuición temprana de la luz divina

Ramillete lila que trinos respiras
Trepas los cerros y avanzas con prisa
Tropiezas en riscos, resbalas en hielos,
Tus sandalias besan las aguas de un río
Atrapas experiencias, precipitas fracasos,
Proteges ilusiones, anudas  los sueños.

Dama elegante de frágiles velos
Cierra esta herida abierta que respira
Ofrece una cascada de luz de vida
Y despierta ilusiones en el alma dormida.

sábado, 10 de octubre de 2009

Revelación




¡He perdido mi gotita de rocío!, dice la flor al cielo del amanecer, que ha perdido todas sus estrellas.
Rabindranath Tagore (1861-1941) Filósofo y escritor indio.

Mientras recorría la vieja casona familiar, los recuerdos hacían cola para invadir el centro de mi mente.
Muchos años viviendo en el exterior. Cuando me fui, todos residían aquí: Alfonso, mi padre; Aurelia, mi madre y mi hermano Jaime.
 Hoy, después de muchas noticias de enfermedades y muertes, vuelvo a  recorrer cada uno de los rincones con los pasos de la niñez y de la adolescencia, tan clara y simple, tan completa en afectos, tan protectora.
Hoy tengo que decidir la venta de esta casa para volver a mi presente en New Jersey y siento que estoy podando  mis raíces y me contraigo como un pobre bonsái.
Los muebles de algarrobo de la cocina despiden aromas a canela y vainilla; y los sillones tienen las arrugas de las siluetas humanas de mis seres queridos.
Hoy, me parece verlos aquí, compartiendo las vivencias del día entre mates y tostadas con manteca y miel. Aunque Jaime, siempre tan retraído, sólo emitiría algunos gestos.
Las habitaciones están idénticas a la imagen de mis ensoñaciones. El cubrecama azul con rosas pálidas, el espejo de marco labrado y la mesita de luz que atrae mi atención dejando escapar una cadena de plata.
Abro el cajón tras vencer la resistencia de la madera húmeda por el encierro y tras vencer mi resistencia a internarme entre añejos retazos de lejanos recuerdos.
La vieja cadena pertenece a un antiguo reloj de nuestro abuelo Roque que fue legado a mi hermano. Enredada en sus eslabones hay una estampita de San Antonio aún en condiciones de recibir pedidos. Se apiñan en el fondo del cajón, un espejo redondo de mango negro, un alhajero vacío que encierra el secreto de algún momento mágico; los clásicos anteojos para leer asoman de su estuche con un solo vidrio sano, la factura del hotel Rivis, Bariloche, se despereza para comentar que allí alguien durmió tres noches.
La mágica danza del pasado menea sus velos y descubre recortes de una vida tranquila con las mismas dificultades comunes como muestran este blister de Melatonina o el tubo de crema antialérgica, o el frasquito vacío de Hepatalgina. También el correr del tiempo se deja ver en el breve almanaque de 1995 donde el 7 de setiembre está destacado con un marcador. Qué casualidad, hoy también es 7 de setiembre!
Y el espíritu religioso emerge de la pequeña Biblia de tapas azules marcado en el Salmo 91 que inicia diciendo: “El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente.”
Y sigo escarbando para reunir los flashes del pasado que fortalecen, ya tarde, estas débiles raíces familiares; y extraigo monedas y billetes sin valor corriente, botones caídos de alguna prenda, un cepillo de dientes con sus cerdas endurecidas y un carnet de conducir, seguramente, el último carnet  de mi hermano que está unido a un sobre cerrado y sin nombre.
Una extraña impaciencia me domina. Lo abro y lo primero que aparece es una partida de nacimiento de Jaime, sí, es su fecha de nacimiento pero su apellido no es el mío y sus padres no… ¡Jaime era adoptado!  y la fecha de esa copia dice 7 de setiembre, es decir que su accidente y su muerte, una semana después tienen su origen en esta revelación.
Hermano querido, ¡cuánto me habrás necesitado! Ahora entiendo por qué el destino me trajo precisamente hoy  a saldar esa vieja deuda de amor y a conocer esta dura verdad. 

martes, 6 de octubre de 2009

A María Eugenia




Joven niña de grácil estampa
Tu alma  genuina exhala ternura
Ya llega  el día de tu cumpleaños
Y  acicalas radiante tu linda figura.

Ángel dulce de ojos hermosos
Hoy la vida sabe a dulzura
Estás ansiosa de crecer rápido
Y tu paso lento, hoy se apresura.

Psicóloga innata de suaves cabellos
Tus amigos te aceptan sin censura
Para ellos eres el fiel lazarillo
Que toma su mano en la noche oscura.

Fotógrafa sutil que atrapas la vida
Que sueñas auroras de una luz muy pura
Los días dorados en tu futuro brillan
Y un ángel en tu oído, bendiciones murmura.

lunes, 5 de octubre de 2009

Sueño esfumado




Escalé la roca pulida y ociosa
   Trepé esa canción melodiosa que no fue

Reuní el silencio en mis trémulas manos
   Dibujé el camino alfombrado que no fue

Despeiné los pétalos de una brisa tierna
   Contemplé la luz de una vida plena que no fue

Acaricié la sombra del rostro amado
   Deshojé el cielo en un alma que no fue

Bailé sobre un sueño dorado
   Cerré las ventanas a lo que no fue

Y lloré sin llanto y reí sin risa
   Porque nada fue.