viernes, 28 de agosto de 2009

Alma encadenada


Epígrafe: “Después de un tiempo uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma”

El alma a veces se encadena sin que el sujeto se dé cuenta. Comienza escuchando un CD que le regala flashes de vivencias dormidas y es cuando el amor pasea de la mano del alma recorriendo senderos conocidos hasta que tropiezan ambos en una piedra que, aunque sea de cuarzo verde, puede abrir la puerta del resentimiento. Y allí va el alma encadenada ahora a llamadas de celular que nunca pudo descifrar, a esa pelota que encontró en el auto y no era de nadie, a ese gnomo en papel de regalo que no tenía destinatario, a esa llave extraña que no abría puertas conocidas, a ese sobre de carta que parecía equivocar la dirección.

El cielo se barniza en tintes violáceos y el alma transpira frustración y abandono. Por eso se aferra al libro de Walt Whitman y en el “Canto a mí mismo” se consuela leyendo:

“Camino hacia delante, hoy como ayer y siempre, siempre más rico y más veloz, infinito, lleno de todos, y lo mismo que todos, sin preocuparme demasiado por los portadores de mis recuerdos, eligiendo aquí solo a aquel que más amo y caminando con él en un abrazo fraterno.”

Y así el alma transmuta la angustia en esperanza posando su mirada en la botella panzona que tal vez guarde algún genio servidor de fantasías; sigue arrastrando sus cadenas de plata y esta vez tintinean al rozar esa placa que resume en un GRACIAS, todo el agobio de años de trabajo. Si esta tijera cortara el metal, tal vez esos eslabones perderían el poder de amarre. Quizás tan sólo haga falta invocar a la Virgen de las Rocas para que bajo su protección puedan derramarse semillas de futuro en tierra fértil donde tan sólo una pluma blanca trazara el arco iris final entre el ayer y el mañana.

Ya es tiempo de liberación, alma: “Levántate y anda”.

martes, 25 de agosto de 2009

A Luis Ignacio


Niño ayer…

Y los rizos dorados se encienden

Y los ojos claros desafían

Y la timidez encadena

Y la chispa ingeniosa seduce

Y la calidez se disfraza

Y el futuro flota

Hombre hoy

Y los rizos dorados seducen

Y los ojos claros encadenan

Y la timidez se disfraza

Y la chispa ingeniosa flota

Y la calidez se enciende

Y el futuro desafía

lunes, 24 de agosto de 2009

Apocalipsis

Bruma pavorosa de futuros días

Trae en su seno el planeta viejo.

Promesa de infiernos ardientes

Expande el espejo del tiempo.

Hay silencio absoluto,

Temor acurrucado,

Profecías agoreras.

Hay polvo de pánico esparcido

Que hace llorar a los ojos tiernos.

Hay impaciencia por el nuevo día

Magia inmune de luz sobre sombras.

¿ Quién se anima a juntar ilusiones?

¿Quién resiste el posible juicio?

Hay silencio acurrucado,

Temor absoluto,

Fuerzas ignotas.

El pasado persigue a sus víctimas.

El planeta sucumbe en voces proféticas.

Es el tiempo del no tiempo.

Es el juicio que el poder libera.

Es el caos, la muerte de la cizaña.

Es la luz, la vida de la semilla pura.

Es por fin, el despertar del nuevo día.

lunes, 17 de agosto de 2009

Silueta de madera


¡Oye! ¡Detente! ¿Observas mi silueta? No puedo disimular mis formas femeninas. Y no es casual que te asombre pues yo quiero llamar tu atención, caminante, para que me ayudes a romper el hechizo que me tiene aquí prisionera.

Estoy segura que pensarás, “es sólo un árbol y quizás esté seco”; y sin embargo, tengo vida.

¿Dudas de tu cordura al escuchar tu voz en mi mente? No temas, tengo el don de hablarte porque soy humana, ¡Sí! Soy una mujer encerrada en este cuerpo de madera.

No te afanes, caminante, no me puedes echar de tu mente porque he decidido contarte mi historia.

En un tiempo y lugar de este mundo, yo tuve una familia. Mi esposo, amante cariñoso; mis hijos, dos varones muy dulces. Pero la insatisfacción me llevó a buscar otras sensaciones a través del engaño y conocí a alguien mágico que me estremecía con sólo mirarme.

Te ahorro detalles: fui descubierta. No es fácil el papel de adúltera. Demasiadas emociones, sensibilidad a flor de piel y mucha adrenalina. En cualquier momento se comete el error que desencadena la caída sin retorno al precipicio.

En el seno del abismo interior, me di cuenta que deseaba quedarme con mi marido y mis hijos, mas cuando se lo dije a mi amante, no pudo soportar la pérdida. Él me amaba y centraba su vida en esta relación. Fue entonces que tomó la decisión de no perderme.

No puedes entender, caminante, cómo una historia tan común tenga que ver con que hoy soy un árbol con silueta de mujer, en este parque tan transitado. Te comprendo pero te dije, mi amante era mágico. En realidad, practicaba magia negra y no te puedo explicar el proceso; lo único que sé es que en un momento empecé a sentir que mis miembros se endurecían hasta perder totalmente la movilidad y transmutar mi humanidad en madera aunque mi conciencia siguiera intacta.

Imagino, caminante, que no puedes creerme y debo decirte que no tengo pruebas de esto que te cuento. Pero si creyeras en mí, en este bloque de madera, sería la única forma que yo retomaría mi estado natural.

¡Caminante, no te vayas! ¡Debes creer en tu poder, confía en ti. Arriesga! ¿Qué pasaría si creyeras en mí? Tal vez descubrirías toda tu sabiduría.

Destruye las estructuras del pensamiento lineal. Soy para ti, el obstáculo a vencer.

¡No te vayas, caminante! ¡Todo lo que tú crees, “es”!

Es inútil, yo seguiré siendo de madera y tú no podrás trascender.

domingo, 9 de agosto de 2009

Descúbreme


Me gusta la imagen que me devuelve el espejo. Ella me dice: eres joven, vital, en tus ojos hay chispas de entusiasmo, los colores vivos danzan y se enredan en sonrisas iluminadas de promesas.

Es que soy el sueño del mundo y quizás el sueño de Dios que me dejó avanzar por cada rincón sembrando ilusiones y fantasías que tal vez puedan transformarse en realidad.

Puedo viajar en una botella por mares inconmensurables para auxiliar al náufrago en su soledad.

Puedo surgir debajo de una piedra en forma de moneda de oro y transformar en risa el llanto del mendigo.

Puedo esconderme en una piña y encender los corazones de amor en una mañana navideña.

A veces soy farol que guía al caminante en la niebla y en otras ocasiones me transmuto en canasta de alimentos para esos seres débiles y postergados por la indiferencia social.

Soy feliz con mi sombrero rojo al viento, viajo de un lugar a otro, restaño heridas, ofrezco ilusión; guardo en alhajeros herméticos la nostalgia de la ausencia y abro cajas musicales con bailarinas gráciles que prometen el sueño de un mañana mejor.

¿Sabes quien soy? Soy la esperanza. ¿Me reconoces en tu interior?

viernes, 7 de agosto de 2009

Sentimiento secreto


Si pudiera juntar la brisa de la nostalgia y bailar

En el silencio cómplice del tiempo

Si mis oídos atraparan el bostezo de las nubes somnolientas

Y mis manos aprisionaran los esquivos rayos de luz

Si escuchara los latidos del corazón de la montaña

Y percibiera el temblor de la rosa ante su verdugo

Si lograra murmurar mis tristezas a los vientos

Y construir un camino sin huellas

Si pudiera templar mi intuición exagerada

Y sonreír cada vez que desciendo a los abismos del inconsciente

Si pudiera convencer al enemigo de la oportunidad de crecer que me ofrece

Y convencerme de que legiones aliadas se acercan para salvar la esencia

Si pudiera persuadir a mis sueños dorados del sabor de su ingenuidad

Si consiguiera acariciar cada día que vivo

Actuar sin pensar en el riesgo

Contar las vibraciones de la felicidad

Presentir la cumbre del milenio

Descubrir el motivo de mi viaje y

Trascender los límites del cielo…

Entonces, recién entonces, habría vencido mi insatisfacción