No sabía dónde estaba.
Esa calle me era desconocida; sólo recordaba que unos besos brujos me llevaron
hasta el embarcadero. En la humosa penumbra de algún lugar, unas manos de hada
sumadas al licor ingerido, me reinventaron y encontré una cintura de avispa,
una piel de porcelana... un manjar digno de los dioses. Y como yo al amor y
fortuna resistencia ninguna me entregué al placer, pero
una mano de hierro me retornó bruscamente a la realidad. Y aquí voy tambaleante
y temeroso por alguna calle del puerto, con el alma en un hilo, caminando sin
saber hacia dónde, entre caras siniestras, ropajes extraños y sombras chinescas
que acechan como en mis más negras pesadillas.
¡Y yo tonto, creí que
era oro en polvo!
8 comentarios:
La entrega a eses menesteres...suelen acabar mal...con los ojos desencajados...
Un abrazo Gloria.
Gracias por compartir.
"¡Y yo tonto, creí que era oro en polvo!" Y si, suele pasar.
Lindo tu escrito, Gloria!
Beso grande y feliz finde.
Me gusta la sutileza con la que se fueron enredando los dichos... no suenan trillados en el cotexto, al contrario, se los vuelve a redescubrir en todo su significado...
Un divagar como cualquiera de los muchos que andan enredados en los ovillos de las Moiras. Retazo de vida, para equilibrar la balanza del aprendizaje.
Qué buen juego con los lugares comunes, las frases remanidas. Ahora, quizás con un reajuste de tuerca, se podría reafirmar lo que ya el texto tiene d eliterario, al menos para mi lectura.
Un beso
Ave,gracias por tu constancia en leer mis escritos.
Cariños
Steki, Gracias también por tu comentario y persistencia .
Un abrazo.
Rolando, tu mirada objetiva me es muy útil. Cuento siempre con ella.
Abrazos mil
Pilar, tienes razón es un divagar pero sobre todo de mi imaginación aunque, quizás con resultados poco felices.
Abrazos y gracias.
Omar, sí tienes razón, es más, creo que necesita más de una vuelta de tuerca, tiene pinta de bosquejo.
Gracias y un fuerte abrazo.
Volví a leerte. Es fantástico cómo hilvanas los dichos con tus palabras. No te lo había dicho. Me encantó! Bss.
Le pusiste simpatía a lo común. Es como un juego nuevo con personajes antiguos; le da frescura a la vejez y señorío a la juventud. Abrazo.
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