y la palabra calla.
Crece el silencio
y pregona la pausa.
Con dedos de olvido
agiganta la a usencia,
y en cofres herméticos
abriga el secreto.
En todo momento
florece en la calma,
esconde emociones
y se une al misterio.
El silencio anida en la espera
y con ingenua sonrisa
sucumbe a un "te quiero".
Crece el silencio
y la palabra calla.
¡Lástima! yo pretendía decirte
que te amaba.
8 comentarios:
A veces es imposible ocultar un te quiero, hay momentos o circustancias que brotan sin desearlo y mas despues de este bellismo poema lleno de bellos sentimientos.
Un placer siempre leerte.
Feliz comienzo de semana
Primavera
BELLUM, BELLUM...
Cuántas veces recibimos un simple te quiero y esperamos un profundo TE AMO. Cuántas veces no somos capaces de pronumciarlo... y el eco amargo se fermenta en nuestro estómago. ¡Dílo amiga... Dílo!
Vaya, qué bien lograda la metáfora "Con dedos de olvido
agiganta la a usencia"
Natalia dicendi: Bellum est.
Triste es el silencio, pero en tus bello poema se hace mas llevadero "El silencio anida en la espera y con ingenua sonrisa sucumbe un te quiero".
Un abrazo Gloria.
Los "te quiero" silenciosos, según como se digan, tienen la callada por respuesta...Tal vez entonces debería gritar el silencio.
PRECIOSO POEMA.
QUE TENGAS UN BUEN DIA AMIGA,
UN BESOTE MIA.
Primavera, gracias por tu comentario.
Un fuerte abrazo.
Naty, ¡qué placer recibir tu mensaje!!! muy erudito, muy literario y muy cariñoso.
Un fuertísimo abrazo.
Ave,gracias por tu comentario, tus palabras acompañan mi tarea.
Un afectuoso abrazo.
Pilar, tienes razón, el silencio a veces, debería gritar, aunque quizás grita y no sabemos escucharlo.
Un fuerte abrazo.
Mia, gracias por presencia en este, mi rincón.
Un fuerte abrazo.
"El silencio anida en la espera..." y a veces anida tanto, que hace casa, hogar y no quiere irse... ¡caramba! Entonces, a veces nos conformamos con un te quiero...
Los misterios de la vida: silencio o palabra, ausencia o presencia, un "te quiero" o un "te amo"... Vivimos en uno o en otro, alegrándonos con el que nos hace bien y penando con el que nos hace mal. ¡La vida!... Linda, como tus versos, Gloria.
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