Una brisa nostalgiosa se enreda en mis pestañas.
Llueve
El cielo se desgarra en agua
Llueve
El fuego danza y rechina satisfecho
Su magia dorada revela las formas
Burbujas de soledad sobre mí se agitan
Llueve
La botella, cárcel de mi placebo, me llama
Resisto valiente sus espejismos
Jugosas lágrimas resbalan
Llueve
Destellos invasores apuñalan los cristales
Llueve
El reloj pronuncia su inalterable queja
El teléfono agoniza en el silencio
Mi corazón estruja mil lamentos
Llueve
La vida se tensa en espera
Tan sólo la música del agua
Penumbra húmeda de lluvia y lágrimas
Llueve
Llueve también en mi cara.