Cuando el enfado gana tus sentidos
Todos los órganos se convulsionan
En descarriado alboroto:
Y el estómago se comprime
Y el corazón se encabrita
Y los pulmones se asfixian
Y el pecho se contrae
Y la garganta se oprime
Y las manos se crispan.
Cuando el enojo vomita sus larvas
Nuestro cuerpo se agusana.