Mis días
fueron menguados.
Grabé con
dulce inocencia
Mis años
bien estrenados.
La vida en
mi adolescencia
Me dio
senderos bordados.
¡Cuánto
esperaba yo de mí!
¡Qué
frustración ha quedado!
Sólo un
trabajo practiqué.
Lo demás,
quedó de lado.
Los sueños
fueron rodando
Cuesta
abajo, abandonados.
El sol
marchitó la estrella
Que mi
cielo había dorado.
Y las canas
sucedieron
A tanto
ajetreo gastado,
Ya
marcharon los proyectos.
El viento
los ha saqueado.
Sólo queda
algún delirio:
Olvidar lo
equivocado.
Ser feliz
en el ocaso
Y disfrutar lo alcanzado.
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