sábado, 9 de octubre de 2010

Reclamo

La brisa respira nostalgias e imita a F. García Lorca




¡Ay qué trabajo me cuesta
confiar en el mundo entero!

Por no cuidar el planeta
la naturaleza sufre
 grave dolor sincero.

¿Quién me cambiaría a mí
este lamento que tengo
y este reclamo que hago
por aire puro y ligero?

¡Ay qué trabajo me cuesta
confiar en el mundo entero!

8 comentarios:

Steki dijo...

La Tierra clama y somos tan necios que no la escuchamos.
Muy lindo lo que nos compartiste, Gloria. Te dejo un abrazo en convivencia.

EL AVE PEREGRINA dijo...

La verdad es que si, si todos tuviéramos conciencia...seguro que no ocurriría lo que ocurre.

Un beso Gloria

Primavera dijo...

Lo estamos destruyendo los paisajes, los pulmones para fabricar madera, o en su caso queman, cada vez la tierra sufre nos esta enviado señales pero que pocas personas se ponen de acuerdo parar esto, no se puede confiar, menos en los que nos gobiernan.
Como siempre Gloria magistral en tus versos.
Feliz fin de semana
Primavera

Rolando dijo...

Si bien tu poesía imita el dolor de Lorca y sigue el musical gemido de la poesía y la música española, tiene un valor agregado: ser coherente con los valores actuales de una sociedad que busca propagar el grito de auxilio de la naturaleza... Muy bonito.

Ana María dijo...

Breve, bonito y buen mensaje. Ojalá cada día crezca la conciencia para salvar nuestro Gran Hogar. Un abrazo.

mia dijo...

bonita entrada amga.
un beso mia.

Gloria dijo...

Steki, es cierto, la tierra clama pero creo que estamos superando los límites y desde ahora exigirá nuestra atención.
Un abrazo.

Ave, nos falta tanta conciencia que no nos queremos ni a nosotros mismos.
Un abrazo.

Primavera, las señales son cada más frecuentes y peligrosas y seguimos sin despertar.
Gracias y un abrazo.

Rolando, gracias por darle un valor agregado a mi escrito.
Un fuerte abrazo.

Ana, adhiero a tu deseo. Un fuerte abrazo.

Mia, gracias por estar aquí.
Abrazos.

Pilar dijo...

Confiar en el mundo entero puede resultar difícil. Tal vez yendo poco a poco, empezando por uno mismo, sabiendo que somos naturaleza, lleguemos a obtener esa confianza que clama en el poema.
Petonets, Gloria!