domingo, 17 de abril de 2011

Otoño



Una brisa tibia se dulcifica en el afecto compartido.



Tiempo de frutos maduros que nos ofrece la naturaleza Tiempo de calidez. Tiempo de cosecha, de abundancia, de aire tibio y puro. Tiempo de disfrute que nos dispensa la amistad. La amistad que se conserva a través de la vida; que comparte vivencias, que supera tempestades, que acompaña, que ofrece, que entrega, que renuncia, que concede. La amistad que nos reúne en el oro del otoño a compartir sensaciones, gestos, palabras y silencios. La amistad que se fortalece en la trama de evocaciones, en la charla simple, en la indagación aguda, en una caminata, en el juego, en la comida placentera, en el mate, o en la cosecha de frutos maduros que nos ofrece la naturaleza.

5 comentarios:

EL AVE PEREGRINA dijo...

Bella reunión de amigos, la amistad siempre nos dispensa gratitud y nos impregna de todo lo bueno.
Compartir es lo mas hermoso que podemos hacer los humanos.

Un abrazo Gloria, gracias por esta entrada.

feliz semana.

Ana María dijo...

Frutos visibles e invisibles. Un día de alegría y afecto para celebrar las dos cosechas. Gracias por compartirlo. Un fuerte abrazo.

Rolando dijo...

¡Bellísimas fotos! ¿Esa mesa tendida, con mantel blanco, será parte del parque de alguna sofisticada casa de campo? ¿De qué lado está la pileta? Besos.

Omar dijo...

Qué bonitas palabras, Gloria. Y embellecidas con las fotos y los comentarios precedentes. Un beso

Gloria dijo...

Gracias amigos por la presencia y el aliento constante.
Afectuosos abrazos.