sábado, 26 de junio de 2010

Mi traje de sombras


Esta brisa de otoño desata palabras que dejan fluir la fantasía.


Antes de ir a dormir  cuelgo mi traje de sombras para que no se arruguen las oscuridades.
Al levantarme, el dolor tiene los ojales perfectos; la angustia abre un poco las costuras pero sigue lisa; el resentimiento se ahoga aferrado a las pinzas de la prenda; la soberbia se instala intacta en las hombreras y el egoísmo se concentra en los puños cerrados.
Apenas salto de la cama,  mi traje de sombras se adhiere a mi piel como si siempre fuera invierno y estoy tan acostumbrada a él, que no hago nada, ni siquiera por desabrocharme.

6 comentarios:

Primavera dijo...

Un traje qu no deseariamos llevar, donde resentimiento ya no existiera, la angustia tampoco, soberbia, no supieramos que es...que bello despertar sin todo esto.
Me gusto como dejastes fluir esta fantasia tan bien narrada.
Feliz domingo
Primavera

Steki dijo...

Mmmm... un dejo de tristeza y melancolía en tus palabras, Gloria. Yo que vos doblaba tu traje y lo enterraba lejos, para poder darle la bienvenida a ese traje nuevo y luminoso que tan bien te queda.
Beso para vos y feliz finde!
VAMOS ARGENTINAAAAAA!!!
STEKI.

Ana María dijo...

Un traje que nadie quiere usar y quien aquí narra lo lleva mansamente. Pero la imagen ayuda a imaginar que hay una actitud de lucha. Y seguramente logrará mañana saltar de la cama y ponerse su traje de luz... ¡como se merece! Abrazo.

Omar dijo...

Catarsis? Literatura? Ficción? Sí. Todo eso y en eso una escritora que supera el sentimentalismo que lleva al relato ingenuo. Aquí sí que hay literatura, al menos en mi concepción de la misma y en cuanto a cuánto hay de la autora en el narrador me tiene sin cuidado. Ella sabrá. Vos lo sabrás, Gloria. Qué bella conjugación entonces, entre vivencias y ficciones devenida en belleza.

Rolando dijo...

Lo bueno, si es breve, dos veces bueno!!! La relación con el dicho es acertadísima!!! Este relato corto demuestra tus más valiosas dotes literarias. Es preciso, de un vocabulario simple y cotidiano que encuentra su perfección en recursos literarios que se entrecruzan y dejan perplejo al lector-crítico. Lo voy a seguir analizando porque merece la pena!!!
Un párrafo aparte merece la foto... ja, ja, ja... ¡es muy graciosa!

Gloria dijo...

Queridos amigos: infinitas gracias por vuestros comentarios.
Abrazos.